XXXXLLLL y un cebichito más
Aún no bajo de peso del todo. Las blusas que solía ponerme ya no me quedan, por los botones me delatan, aunque quiera meter la pancita. No es que me sienta mal por la subidita de peso, sino es que mis ropas ya no me dan como antes.
Recuerdo que me engordé en AQP con mis papis, ya que mi mami que sabía qué comida me gustaba, preparó todos mis gustos y, luego de ir a la tienda mis “caseritos”, quien me vieron de un largo tiempo, venían todos los días ofreciéndome la comida que tanto me agrada.
Un cebichito señorita. Cómase para que es la vida- me decía aquel señor del que no se su nombre, pero sólo que tiene una mano bendita, porque el cebiche que prepara es para chuparse los dedos.
La seño del chuño con papitas, al verme también me ofrecía y no podía negarme. Al fin y al cabo tenía que darle el gusto a mi estómago, sin pensar en lo que podría pasarme. Bueno, la verdad es que no me siento mal estando gordita, así como ahora me llaman mis amigos, sino es por la ropa, que ya no me da,
Ahora recuerdo cuando las cliente
s que venían a la tienda y solicitaban varias veces que produzcamos ropa extra large o XXXXX LLLLLLL. En ese momento no me ponía en su condición y, por el pedido mayoritario y el precio de los intermediarios solicitaban, no podíamos preparar la ropa para esas tallas.
Pienso, que de seguro si –como lo vi en una película – pondría una tienda de puras talas XXX LLLL, tendría mucho éxito, aunque conociéndome a mi, talvez querría pagar unos 5 soles más, auque eso no se puede dar, ya que la tela invertida es mucho más de que unos centímetros.
Creo que he de correr en las mañanas, en la amplia plataforma que existe al frente de la casa en la que vivo. O en todo caso, empezaré a hacer ejercicios, como ya me lo ha recomendado mi compadre Jesús que está en Sandia, ya que él dice que corre por unos kilómetros, luego de visitar el zoológico.
Recuerdo que me engordé en AQP con mis papis, ya que mi mami que sabía qué comida me gustaba, preparó todos mis gustos y, luego de ir a la tienda mis “caseritos”, quien me vieron de un largo tiempo, venían todos los días ofreciéndome la comida que tanto me agrada.
Un cebichito señorita. Cómase para que es la vida- me decía aquel señor del que no se su nombre, pero sólo que tiene una mano bendita, porque el cebiche que prepara es para chuparse los dedos.
La seño del chuño con papitas, al verme también me ofrecía y no podía negarme. Al fin y al cabo tenía que darle el gusto a mi estómago, sin pensar en lo que podría pasarme. Bueno, la verdad es que no me siento mal estando gordita, así como ahora me llaman mis amigos, sino es por la ropa, que ya no me da,
Ahora recuerdo cuando las cliente
s que venían a la tienda y solicitaban varias veces que produzcamos ropa extra large o XXXXX LLLLLLL. En ese momento no me ponía en su condición y, por el pedido mayoritario y el precio de los intermediarios solicitaban, no podíamos preparar la ropa para esas tallas.Pienso, que de seguro si –como lo vi en una película – pondría una tienda de puras talas XXX LLLL, tendría mucho éxito, aunque conociéndome a mi, talvez querría pagar unos 5 soles más, auque eso no se puede dar, ya que la tela invertida es mucho más de que unos centímetros.
Creo que he de correr en las mañanas, en la amplia plataforma que existe al frente de la casa en la que vivo. O en todo caso, empezaré a hacer ejercicios, como ya me lo ha recomendado mi compadre Jesús que está en Sandia, ya que él dice que corre por unos kilómetros, luego de visitar el zoológico.
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