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Mostrando entradas de octubre, 2008

Algunos recuerdos de la U

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Aún te recuerdo, como el primer día cuando te vi en la U, esas cosas tan bonitas y locas que había hecho, cuando, luego de mis horas de escuchar a los maestros, podía salir para observarte. Desde el tercer piso: la pileta, ahí donde te quedabas para esperar a tus compañeros. Aún recuerdo, tus lecturas, aquellas que realizabas en la biblioteca, cuando, luego de abandonar la pileta y esa verma donde solías sentarte bajo aquel árbol, aquel que aún permanece en el mismo sitio y que habías elegido para poder conversar con Henry, Saul, Oscar y Boris, tus amigos. Sé que podrás hacerlo con Boris y Oscar, pero ya no con Saul y Henry, quienes, lu ego de haber sacado su título y empezar en el trabajo de la comunicación social, se fueron, sin ninguna despedida y así de manera tan repentina. Sé que no podré olvidarlos, al igual que a ti, ya que por ser tus amigos, también fueron los míos, por ellos te conocía: que comías y qué hacías en tus tiempo libres. Con los dos tuve unas charlas, con Henry, b

XXXXLLLL y un cebichito más

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Aún no bajo de peso del todo. Las blusas que solía ponerme ya no me quedan, por los botones me delatan, aunque quiera meter la pancita. No es que me sienta mal por la subidita de peso, sino es que mis ropas ya no me dan como antes. Recuerdo que me engordé en AQP con mis papis, ya que mi mami que sabía qué comida me gustaba, preparó todos mis gustos y, luego de ir a la tienda mis “caseritos”, quien me vieron de un largo tiempo, venían todos los días ofreciéndome la comida que tanto me agrada. Un cebichito señorita. Cómase para que es la vida- me decía aquel señor del que no se su nombre, pero sólo que tiene una mano bendita, porque el cebiche que prepara es para chuparse los dedos. La seño del chuño con papitas, al verme también me ofrecía y no podía negarme. Al fin y al cabo tenía que darle el gusto a mi estómago, sin pensar en lo que podría pasarme. Bueno, la verdad es que no me siento mal estando gordita, así como ahora me llaman mis amigos, sino es por la ropa, que ya no me da, Ahor

Imaginando desde la ventana

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Ummmm. La verdad es que hoy la pasé un tanto bien, ya que por curiosidad quise estar presente en la isla Esteves, donde en estos días se lleva el foro APEC Youth Camp o campamento de jóvenes. En mi corta experiencia vida profesional, casi siempre había asistido a esos eventos, no tanto como éste, pero el año pasado imaginé de cómo sería. Recuerdo que planee, como siempre suelo hacerlo, con hacerme un traje especial, no uno sólo sino unos dos, pero no pudo ser por algunos problemilla económicos que tuve. La verdad es que cuando escuchaba los envíos de Blas, yo imaginaba qué es lo que pasaba en esos momentos, ya que un día antes de la reunión, ya visité el lugar para imaginar que es lo que podría pasar. Sin embargo, en este trabajo en el que empecé ayer, es de una gran responsabilidad, ya que debes de coordinar con la gente, para luego poder entregar una información un tanto equilibrada. Desde la oficina imagina el rostro de las autoridades y las cosas que van diciendo, de poco a poco. A

Aún no comí gusanos, sólo me topé con otros animales

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Recuerdo que cuando elegí esta carrera que tanto me fascina, sabía a lo que me enfrentaba. En mente tenía que podía trasnocharme cubriendo información y, en visitas a zonas alejadas de la civilización, talvez podría comer, gusanos o algo que no esté al agrado de mis gustos. Sabía eso y, en este corto pasar de vida profesional, ya me trasnoché regresando a Juliaca desde Puno, en unos meses, luego del trabajo periodístico. Aún no probé esas cosillas que no me agradan, porque de seguro me falta conocer mucho, pero, pienso que en unos meses, lo haré en uno de los viajes que realizaré a la selva puneña o en alguna comunidad de por aquí cerquita de mi Puno querido. Es bacán ser periodista. Conoces a gente, aprendes cada día y camina mucho. Recuerdo que una vez, una señora que trabajaba en la dirección regional de agricultura me dijo que había elegido una carrera bien bonita y hasta se le ocurrió comparar con su labor, ya que ella permanecía todo el día en la oficina, sin visitar a las autori