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Mostrando entradas de enero, 2009

Aunque me boten no me voy a ir, porque soy fanática

Confieso que soy seguidora de las morenadas, así, que por las noches de los meses de enero y febrero, suelo ser una fiel televidente de canales locales donde se muestran las novedades de esta danza. Recuerdo que de pequeña no me agradaban, más bien, me inclinaba por los tobas, las sayas y otras, de seguro porque era chibola. Pero, a mi edad, bueno, desde hace cinco años, integro una agrupación que llevan los colores azul y amarillo. Desde esa fecha soy parte de los fanas, una morenada de Juliaca; aunque un año me separé del grupo, por bailar con mis primas en otra agrupación que no tiene que envidiarle a otras. Soy de los fanas, aunque un año antes de animarme a bailar morenada en los carnavales, ya tenía planificado ser parte de los Intocables, para cantar: no me mires, no me mires…. no me toques, no me toques, no me toques, por soy intocable, linda morena. De las seis morenadas que participan de los carnavales de Juliaca, todas tienen su “jale”. Por ejemplo la Poderosa y Única, que s

Venerando a la Virgen de la Candelaria

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Las bombardas lanzadas al aire en el cielo puneño, anunciaban el inicio de la festividad en honor a la virgen de la Candelaria. Mientras desde sus viviendas la gente avizoraba las luces en el firmamento, en el estadio Enrique Torres Belón un mar de gente irradiaba calor que pretendía aminorar el frío de la noche puneña. Mientras la imagen de la virgen recorría en el interior del recinto, la acción era aplaudida desde las tribunas por sus fieles, quienes abarrotaron el Coloso de Piedra. Las bandas musicales deleitaban con sus melodías a la homenajeada, quienes recorrieron con ella por los alrededores del campo deportivo. En los exteriores de Coloso, la gente aún pugnaba para entrar, pero de seguro por las recomendaciones del INDECI, ya no podía entrar más gente, por su seguridad. Con la emisión de música andina de los parlantes, salió un grupo de jóvenes semidesnudos, con lanzas en manos, quienes iniciaron la presentación. Fueron ocho fases de la evolución de las danzas en el altiplano,

LOS TRES MOSQUETEROS

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Atraída por la curiosidad de ver al distrito donde pasé gran parte de mi vida, regresé. Pero caminar por sus calles que hoy tienen semáforos y donde recorren los uniformados serenos, no hubiese tenido sentido, sino me encontraba con mis amigos, con mis patas. Así que antes que caminar y visitar el parque grande, así como le llamaba, “foneé” (entiéndase por llamar) a mi amigo Rafael, quien debería venir en 15 minutos y esperarme en el mercadito, un paradero que gustábamos los antes colegiales. Para llegar me demoré media hora. No decidía que ponerme, mis ropas estaban pasadas de moda, mejor dicho muy angostas, así que me cambié una y otra vez. Hasta que al final decidí ponerme la polera reguetonera de mi hermano, vestimenta que fue cuestionada por mis papás. Así salí, toda chibola. Me hice un peinado algo relax. A pocos metros, no veía a nadie que se asimile a mi amix, pero éste estaba sentado en el paradero del frente, y así me sorprendió. No me dijo nada de mi vestimenta. Cuando lo vi

La fiesta de los tenientes de Huancané

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Las primeras fiestas del año se viven al ritmo de wifalas y tarcadas en una ciudad ubicada a una hora de viaje de Juliaca, Huancané. Sus hijos y foráneos esperan con ansias el primer día del año para trasladarse a esta ciudad mística y ser parte de la celebración de los tenientes gobernadores, conocida también como “El Tanta Poncho” que quiere decir el poncho de pan. En el carro que me traslada a Huancané, una “combi”, el chofer pone un tema musical: Huancaneñita de mis amores olvida tiempo pasado y no llores… A mis costados, las parejas estás vestidas para la ocasión, con polleras de moda y ternos bien planchados. Hablan en aymara y hacen planes. Algunos llevan panes, otros panetones, bizcochos, frutas, frazadas; dicen que es para colocar al teniente. Oigo sus conversaciones porque hablan en voz alta. La mayoría son compadres de los tenientes gobernadores que recibirán éste cargo. Muchos de ellos demostrarán poderío si colocan sacos de arroz y panetones en caja o de marca muy prestigi