HUANCANÉ Y LA FERIA DE LOS DESEOS
PATY CONDORI HUANCA
La situación económica por la que atraviesan cuantiosas personas en elpaís, imposibilitaría la adquisición de bienes materiales.
Con 30nuevos soles usted no podría comprar una camioneta último modelo, sinembargo ese sueño que es anhelado por muchas personas puede hacerserealidad en la mágica feria de los deseos: las alasitas.
La creencia en el altiplano puneño indica que si una persona ambicionatener propiedades, vehículos, casas, títulos y otras cosas, es precisoacudir a esta feria; allí los comerciantes expenden estos productosque están hechos en miniatura.
Adquirirlos no dará pie a que los productos llegue a ustedes como unregalo divino, puesto que para ello deberá realizar los rituales comola c'halla y comprar estos bienes por tres años consecutivos.La persona debe tener mucha fe al momento de la c'halla.
FaustoArbito, un brujo de nacionalidad boliviana que tuvo que trasladarsehasta nuestro país para hacer los rituales asegura que comprar lascosas en miniaturas para que luego se hagan realidad es cierto."
Las creencias que nos han dejado nuestros antepasados es muyverídica, puesto que al pasar de los años, la gente ha idoconcurriendo masivamente a los lugares donde las expenden", indica.Para afianzar lo que dice, afirma que una persona no invierte dineroen algo que no le retribuye.
"la recompensa viene en unos años, sólohay que tener mucha fe y poner esfuerzo en los quehaceres de la vida".Las coincidenciasPara muchas personas estas acciones son consideradas salidas de larealidad; sin embargo para otras es parte de su vida.El comunero Rubén Flores, a quien encontramos comprando torillos encerámica en la feria de alasitas en la ciudad de Huancané, sostieneque realiza las compras de sus "animales" en miniatura desde hacedécadas.
"Antes se compraban de cualquier raza, pero hace unos cinco años atráshemos mejorado el ganado vacuno", dice luego de explicar que compróunos torillos de raza Brown Swiss en la feria y luego con lainseminación a sus vaquillas salieron a esta casta.La misma situación se repite con la adquisición de ganado ovino de laraza cara negra afirma Flores y agrega que "Hay que tener mucha fe y aello agregarle esfuerzo, porque todo se consigue" "Por eso cada añovengo junto a mi familia, como lo hacían mis padres conmigo, cuando metraían".
Delia Layme, tuvo que recorrer muchos kilómetros para ser parte de laferia en la ciudad de Huancané. Ella radica en Lima desde hace variosaños atrás, pero se trasladó hasta la ciudad aymara para adquirir lostítulos profesionales de sus hijos."Es cierto. Yo le tengo mucha fe a las alasitas. Hace muchos añoscompré el título en las feria de mis hijos. Hoy una de ellos esingeniero de sistemas. Ahora compro una casita pequeña y pido que misotros retoños culminen con éxito sus carreras profesionales"menciona.
Añade que luego de comprar sus bienes en miniaturas realiza el ritualde la c'halla. "creo en la cruz de mayo y pienso que el tatito -padre-me ayuda a conseguir mis sueños, mis anhelos.Julio Vargas, quien radica en Puno, testifica que los mencionado porlos anteriores entrevistados es verídica. "provengo de una condiciónhumilde. Mis padres no tenían mucho dinero, por ello siempre quisetener cosas que tenían los demás. Por eso me animé a venir a la feriahacer varios años y he cumplido muchos deseos añorados en mi vidajoven".
Con un tractor en manos y una faja de dinero extranjero y nacional,Vargas asegura que compró una camioneta que le hace servicios en laciudad que habita. "el esfuerzo y la fe son complementos. Ninguno deellos puede ir solo", dice.La vendedora de sueñosA Gloria Barrantes, sus "caseritos" como llama a sus compradores laconocen desde hace décadas. Ella se traslada desde la ciudad deJuliaca cada dos de mayo a esta ciudad para vender las alasitas.Entre sus pertenencias se encuentran vehículos, casas, títulos y otraspequeñas mercancías. Comenta que ya cuenta con clientes que año a añoacuden hasta sus carpas para comprar sus "bienes".
"Muchos deben de pensar que estos es sólo un juego, pero no es así. Yono sólo tengo compradores eventuales, sino se han convertido en misclientes. Cuando me los encuentro, porque vendo desde hace 20 añosatrás, me dicen que tengo buena mano, pues consiguieron lo quecompraron", indica.Barrantes indica que no sólo vende los productos, también los c'halla.Agrega que le causa satisfacción ver sus clientes quiénes le agradecende lo vendido.Las cruces en la tierra de los chiriwanos
A una hora de viaje en carretera asfaltada desde la ciudad de Juliacay con devotos católicos de la cruces se en encuentra la ciudad deHuancané y, en los primeros días del mes de mayo, la ciudad se llenade fieles que llegan hasta este lugar para rendir pleitesía a laSantísima Cruz de mayo.Como una demostración de fe, el 1 de mayo los devotos deben deperegrinar hasta la cima del cerro Pokopaka. Esto significa ascenderuno dos mil metros, desde la cumbre donde se puede observar lacordillera y el lago Titicaca. En lo alto del Pokopaka los alferadosrealizan la velación en horas de la noche, la última de las tres quese realizan, y que se extiende primera horas del 2 de mayo.Las diversas cruces que son en total seis, en brazos de sus alferadosdescienden el dos de mayo del Pokopaka y al compás de los sikurisrecorren las calles de la ciudad huancaneña, parta luego sertrasladadas hasta la plazoleta.Luego de cambiar los mantos, esa tarde son parte de la misa en laiglesia Santiago Apóstol y son dejadas hasta el día siguiente. El tresde mayo el nuevo alferado y sus acompañantes sacan la cruz del temploy continuar las celebraciones en la plaza de armas.Los sikurisLas celebraciones de cada cruz está acompañada por las melodías de lossikuris, que al ritmo del los sikus y bombos deleitan a las personascon sus temas como así es el huancaneño, no seas celosa y otras queson muy solicitadas por los huancaneños que radican en otras ciudades.Los claveles rojos, los ayamaras, marihuanas, 19 de setiembre, losbosques y generación aymara ponen la música en la fiesta del tatito.
La situación económica por la que atraviesan cuantiosas personas en elpaís, imposibilitaría la adquisición de bienes materiales.
Con 30nuevos soles usted no podría comprar una camioneta último modelo, sinembargo ese sueño que es anhelado por muchas personas puede hacerserealidad en la mágica feria de los deseos: las alasitas.
La creencia en el altiplano puneño indica que si una persona ambicionatener propiedades, vehículos, casas, títulos y otras cosas, es precisoacudir a esta feria; allí los comerciantes expenden estos productosque están hechos en miniatura.
Adquirirlos no dará pie a que los productos llegue a ustedes como unregalo divino, puesto que para ello deberá realizar los rituales comola c'halla y comprar estos bienes por tres años consecutivos.La persona debe tener mucha fe al momento de la c'halla.
FaustoArbito, un brujo de nacionalidad boliviana que tuvo que trasladarsehasta nuestro país para hacer los rituales asegura que comprar lascosas en miniaturas para que luego se hagan realidad es cierto."
Las creencias que nos han dejado nuestros antepasados es muyverídica, puesto que al pasar de los años, la gente ha idoconcurriendo masivamente a los lugares donde las expenden", indica.Para afianzar lo que dice, afirma que una persona no invierte dineroen algo que no le retribuye.
"la recompensa viene en unos años, sólohay que tener mucha fe y poner esfuerzo en los quehaceres de la vida".Las coincidenciasPara muchas personas estas acciones son consideradas salidas de larealidad; sin embargo para otras es parte de su vida.El comunero Rubén Flores, a quien encontramos comprando torillos encerámica en la feria de alasitas en la ciudad de Huancané, sostieneque realiza las compras de sus "animales" en miniatura desde hacedécadas.
"Antes se compraban de cualquier raza, pero hace unos cinco años atráshemos mejorado el ganado vacuno", dice luego de explicar que compróunos torillos de raza Brown Swiss en la feria y luego con lainseminación a sus vaquillas salieron a esta casta.La misma situación se repite con la adquisición de ganado ovino de laraza cara negra afirma Flores y agrega que "Hay que tener mucha fe y aello agregarle esfuerzo, porque todo se consigue" "Por eso cada añovengo junto a mi familia, como lo hacían mis padres conmigo, cuando metraían".
Delia Layme, tuvo que recorrer muchos kilómetros para ser parte de laferia en la ciudad de Huancané. Ella radica en Lima desde hace variosaños atrás, pero se trasladó hasta la ciudad aymara para adquirir lostítulos profesionales de sus hijos."Es cierto. Yo le tengo mucha fe a las alasitas. Hace muchos añoscompré el título en las feria de mis hijos. Hoy una de ellos esingeniero de sistemas. Ahora compro una casita pequeña y pido que misotros retoños culminen con éxito sus carreras profesionales"menciona.
Añade que luego de comprar sus bienes en miniaturas realiza el ritualde la c'halla. "creo en la cruz de mayo y pienso que el tatito -padre-me ayuda a conseguir mis sueños, mis anhelos.Julio Vargas, quien radica en Puno, testifica que los mencionado porlos anteriores entrevistados es verídica. "provengo de una condiciónhumilde. Mis padres no tenían mucho dinero, por ello siempre quisetener cosas que tenían los demás. Por eso me animé a venir a la feriahacer varios años y he cumplido muchos deseos añorados en mi vidajoven".
Con un tractor en manos y una faja de dinero extranjero y nacional,Vargas asegura que compró una camioneta que le hace servicios en laciudad que habita. "el esfuerzo y la fe son complementos. Ninguno deellos puede ir solo", dice.La vendedora de sueñosA Gloria Barrantes, sus "caseritos" como llama a sus compradores laconocen desde hace décadas. Ella se traslada desde la ciudad deJuliaca cada dos de mayo a esta ciudad para vender las alasitas.Entre sus pertenencias se encuentran vehículos, casas, títulos y otraspequeñas mercancías. Comenta que ya cuenta con clientes que año a añoacuden hasta sus carpas para comprar sus "bienes".
"Muchos deben de pensar que estos es sólo un juego, pero no es así. Yono sólo tengo compradores eventuales, sino se han convertido en misclientes. Cuando me los encuentro, porque vendo desde hace 20 añosatrás, me dicen que tengo buena mano, pues consiguieron lo quecompraron", indica.Barrantes indica que no sólo vende los productos, también los c'halla.Agrega que le causa satisfacción ver sus clientes quiénes le agradecende lo vendido.Las cruces en la tierra de los chiriwanos
A una hora de viaje en carretera asfaltada desde la ciudad de Juliacay con devotos católicos de la cruces se en encuentra la ciudad deHuancané y, en los primeros días del mes de mayo, la ciudad se llenade fieles que llegan hasta este lugar para rendir pleitesía a laSantísima Cruz de mayo.Como una demostración de fe, el 1 de mayo los devotos deben deperegrinar hasta la cima del cerro Pokopaka. Esto significa ascenderuno dos mil metros, desde la cumbre donde se puede observar lacordillera y el lago Titicaca. En lo alto del Pokopaka los alferadosrealizan la velación en horas de la noche, la última de las tres quese realizan, y que se extiende primera horas del 2 de mayo.Las diversas cruces que son en total seis, en brazos de sus alferadosdescienden el dos de mayo del Pokopaka y al compás de los sikurisrecorren las calles de la ciudad huancaneña, parta luego sertrasladadas hasta la plazoleta.Luego de cambiar los mantos, esa tarde son parte de la misa en laiglesia Santiago Apóstol y son dejadas hasta el día siguiente. El tresde mayo el nuevo alferado y sus acompañantes sacan la cruz del temploy continuar las celebraciones en la plaza de armas.Los sikurisLas celebraciones de cada cruz está acompañada por las melodías de lossikuris, que al ritmo del los sikus y bombos deleitan a las personascon sus temas como así es el huancaneño, no seas celosa y otras queson muy solicitadas por los huancaneños que radican en otras ciudades.Los claveles rojos, los ayamaras, marihuanas, 19 de setiembre, losbosques y generación aymara ponen la música en la fiesta del tatito.
Comentarios