Mi señor lagartija


El reencuentro con mi señor lagartija fue muy espectacular. Después de golpearnos con adjetivos y cachetadas, somos nuevamente amigos, socios, patas y todo eso.

Requería mucho de él, supongo que yo también a él le hacía un poco de falta, porque sino fuéramos del mismo signo, jamás hubiésemos hecho las pases. Se parece tanto a mi, así con mis defectos, mis locuras, ideas, sueños, malos gustos, mis escapadas, etc, etc etc etc etc etc.

Mi señor lagartija, como así le gusta que lo llamen, es muy lindo. Debería decirle mi nene lagartija o mi abue, ya que en muchas veces me ha consolado y me ha rezongado. Es chévere mi mascota.

A él, recuerdo que lo conocí en un lugar muy alto; pues esa vez ascendí a las faldas del Huaynaroque. Sin pensar, me lo topé por curiosidad y le invité un par de bebidas, ya que ese día, me había encontrado con un par de amigas.

Mi señor lagartija es muy bacán. Ya no le digo el cocodrilito, porque no le gusta y, supongo que ya sabe que se lo diré, pero cuando le digo lagartija, es porque es un cocodrilito.

Si alguien conociera a mi lagartija, de hecho que se quedaría rendido a sus pies. Es tan enamorador, tan florero, tan así que podría convencerte con alucinados regalos hechos a base de lágrimas y muchos besos o una isla, sólo para dos personas –talvez una que los uros se lo regalen-.

Así es mi señor lagartija. Tan temeroso que algún día lo conozcan como es en realidad, aunque con ello tenga que mandar a todos a la …

Comentarios

Hugo ha dicho que…
Jaja. Buen resumen de convivencia con ese sujeto. Pienso que Lagartija no esta mal para el nombre de un blog, lo estoy pensando. Hablamos comadreja.

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