Niñas maduras
El último martes fue vanagloriada con la visita de mi amiga Erika, a quien también le digo pastrulita. Ella no vino sola desde Arequipa a Juliaca, lo hizo con su flaco que se llama Duverlee. Este año fue la segunda visita, ya que el día de la fiesta de la virgen de la Candelaria, vino mi amiga Gris desde Moquegua, quien también llegó con su flaco, del que sinceramente no me acuerdo su nombre. Ambas, que son mis patazas se mostraron muy felices con sus enamorados. Podría haber pensado que habrían cambiado, pero no. Siguen siendo las mismas. No crecieron. Si, aún verdes estamos, lo que no significa que hayamos conseguidos nuestras metas, sino que no hemos cambiado en nuestra forma de ser. Érika es muy buena en varios sentidos de la palabra. Ella aparte de ser periodista, este año acabó Filosofía y aquí a dos años culminará sus estudios de Derecho. También tiene algo de farmacéutica, ya que desde que empezó a estudiar en la universidad, también trabajaba en una farmacia y lo hace hasta ah...