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Mostrando entradas de diciembre, 2010

Se requiere un kilo de chelas

Quiero tomar un kilo de chelas en estos momentos que escribo. A mi costado está un botella de champagne que sobró de la Noche Buena. Acabo de revisar mi blog, ello me insiva aún más. He releido mis artículos sobre juergas y diversiones, aquellos momentos inolvidables de mi soltería. Ahora con Paulita al costado no puedo hacerlo, me he vuelto una renegada, alejada de las noches de bohemia, de las fiestas de matrimonios y las cientas de fi de las que era parte. No puedo dejar a mi hija, quien sufrió demasiado al inicio de este año, cuando nacía y era tan pequeñita. Se me hace agua la boca. Desde mi ventana indiscreta veo la tienda de la esquina, podría comprar un kilo de chelas, las venden de todas marcas. Veo a mi hija y no me atrevo… Seguro ue en tres días me daré una escapadita, buscaré a mi comadre de juergas y lo haré.

LA ULTIMA NAVIDAD

Desde dias previos añoraba la llegada de este día, pues sería la primera navidad con mi hija en brazos. Si, con mi Paula Junior, mi chiquita bonita, quien en unn par de semanas cumplirá un año de nacida. El viernes 24 las horas se pasaron volando, supongo que no solo para mi, sino para todos, por los preparativos que se hacía para la Noche Buena. Al salir del trabajo tuve que coger una moto torito, sin embargo, tuve que caminar por más de dos cuadras y mojar mis zapatos por la lluvia que caía en ese instante. Al llegar a mi casa, encontré a mi retoño trabajando, jugando y renegando. Ya había almorzado, pero yo no, tampoco tenía apetito, mas bienquería terminar con los preparativos. Si bien no preparaba pavo relleno u otra comida, estaba ansiosa de ir de compras. Jesús, asi se llama mi aún marido, y yo habiamos soñado desde siempre este dia. Ir de compras en familia. Pretendiamos comprar la muñeca más bonita y por eso adquirimos una que también tenía el nombre de mi morenita. Un co