MI REFUGIO

El artículo del Príncipe Sandino, que escribí el año pasado cuando trabajaba en el diario Los Andes de Puno, es el más comentado de todas mis notas que colgué a mi blog: patycondori.blosspot.com. Mi blog, resultó ser un puente entre el artista, quien ya debe tener 23 años de edad y muchos de sus fans, quienes le enviaron saludos, pensando que éste blog le pertenece. Fueron siete los artículos que enviaron. La mayoría de ellos escribe desde Arequipa, y me atrevo a indicar que ellos son puneños radicando en la Blanca Ciudad. La última entrevista a Felipe Coarite como así se llama el Príncipe Sandino, la hice el 24 de diciembre, cuando por un medio regional le daban como ganador, pues su tema La Cita, se coronó como la más oída por la población puneña, quien con las llamadas le dio el triunfo. Así como Felipe, en la región de Puno surgieron muchos valores artísticos, de seguro que vieron en él, que de Puno si podía surgir un artista de renombre, pues en mi último viaje a la ciudad de Lima

PATY CONDORI HUANCA La situación económica por la que atraviesan cuantiosas personas en elpaís, imposibilitaría la adquisición de bienes materiales. Con 30nuevos soles usted no podría comprar una camioneta último modelo, sinembargo ese sueño que es anhelado por muchas personas puede hacerserealidad en la mágica feria de los deseos: las alasitas. La creencia en el altiplano puneño indica que si una persona ambicionatener propiedades, vehículos, casas, títulos y otras cosas, es precisoacudir a esta feria; allí los comerciantes expenden estos productosque están hechos en miniatura. Adquirirlos no dará pie a que los productos llegue a ustedes como unregalo divino, puesto que para ello deberá realizar los rituales comola c'halla y comprar estos bienes por tres años consecutivos.La persona debe tener mucha fe al momento de la c'halla. FaustoArbito, un brujo de nacionalidad boliviana que tuvo que trasladarsehasta nuestro país para hacer los rituales asegura que comprar lascosas en mi

Era la última hormiga de la caravana, y no pudo seguir la ruta de sus compañeras. Un terrón de azúcar había resbalado desde lo alto, quebrándose en varios terroncitos. Uno de éstos le interceptaba el paso. Por un instante la hormiga quedó inmóvil sobre el papel color crema. Luego, sus patitas delanteras tantearon el terrón. Retrocedió, después se detuvo. Tomando sus patas traseras como casi punto fijo de apoyo, dio una vuelta alrededor de sí misma en el sentido de las agujas de un reloj. Sólo entonces se acercó de nuevo. Las patas delanteras se estiraron, en un primer intento de alzar el azúcar, pero fracasaron. Sin embargo, el rápido movimiento hizo que el terrón quedara mejor situado para la operación de carga. Esta vez la hormiga acometió lateralmente su objetivo, alzó el terrón y lo sostuvo sobre su cabeza. Por un instante pareció vacilar, luego reinició el viaje, con un andar bastante más lento que el que traía. Sus compañeras ya estaban lejos, fu era del papel, cerca del zócalo.